12 de mayo de 2015

La Roma de los helados

Llega mayo y, con él, el calor apremia. Sin querer, comenzamos a pensar en las vacaciones de verano... La temporada de helados (¿existe?) no ha hecho más que empezar. En tarrina o cucurucho, con nata o sin ella, de fruta o de crema... esta elección puede llevarnos algunos minutos, aunque también podemos tardar un rato en decidir en qué heladería comprarlos.

Tras dejar por imposible la idea de hacer una lista con las mejores de Roma, ahí van algunas pero, como se suele decir, "son todas las que están, pero no están todas las que son".



Mi favorita es, sin duda, Della Palma, una heladería siempre atestada de turistas, conocida por su situación (está al lado del Pantheon) y por la variedad de sabores (alrededor de 150). A pocos minutos y no más vacía está Giolitti, que tiene un hueco asegurado en todos los rankings de mejores helados de Roma. En el centro de la ciudad también se encuentra Corona, con buenos helados artesanales y granizados. 

Come il latte es la propuesta para los más golosos, quienes podrán bañar sus helados en los grifos de chocolate blanco y negro que tienen. Los que echan de menos Sicilia pueden encontrar un trozo de su gastronomía en Gelarmony y sus helados de cannolo y de cassata. Y para los que estén cansados de los sabores tradicionales, Fatamorgana propone los de wasabi, queso pecorino con vodka o chocolate con tabaco. Pero quizá la propuesta más original (y menos light) es la de Gelati e Mozzarella, cuyos helados tienen como ingrediente principal la leche de búfala. 

Muchos se han atrevido a hacer listas con las mejores heladerías de Italia, un trabajo complicado cuando hay tantas y tan buenas. Sirvan de ejemplo y orientación las de Dissapore, Io Donna y L'Espresso, aunque lo mejor es siempre probar y seguir nuestro propio criterio. 


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