Paseando por la calle Gran Vía, en blanco y negro como una tele antigua...
Así empieza la canción que Antonio Flores dedicó a la que es, con toda probabilidad, la calle más famosa de la capital. Y paseando por dicho lugar, entre tiendas de multinacionales y franquicias de restauración, es donde encontramos Eneri Taberna (C/ Tudescos, 4).
Dividido en tres plantas (la de calle, donde se sirven los platos de tapeo; la alta, en la que se sitúa la sala principal; y la subterránea, con un salón habitualmente cerrado), destaca por encima de todo la decoración, protagonizada por los lugares más turísticos de Madrid.
Abierto a finales del año pasado, este restaurante cuenta con una propuesta gastronómica bastante interesante: recetas de la tradición madrileña -traídas directamente del "blanco y negro"- adaptadas a los gustos del siglo XXI.
Como manda la tradición, el cocido (con dos tipos de garbanzos a elección del consumidor) es el plato estrella sobre el que gira una parte de la carta. Es ahí donde destaca el arroz a la madrileña a la antigua, hecho con la ropa vieja o, lo que es lo mismo, los restos del cocido. Otro plato típicamente castizo son los callos (con más morro que callo, al gusto del dueño del restaurante) y que tienen su versión del mar en los de bacalao. Las carnes, todas procedentes de la Sierra de Guadarrama, son buenas y de entre ellas destaca el morcillo encebollado.
Para los que prefieren una comida más informal, la carta de tapeo ofrece una gran variedad., que va desde los calamares a la romana (más madrileño imposible...), a las croquetas de jamón, de queso, de gambas y -cómo no- de cocido, las gambas al ajillo, las berenjenas rebozadas, el pincho de tortilla, por citar algunos.
Quizá el punto débil de Eneri sean los postres, donde sobresalen los hojaldres por encima de otras opciones, como el sorbete de manzana verde a la sidra o las torrijas caseras con helado de vino.
Quizá el punto débil de Eneri sean los postres, donde sobresalen los hojaldres por encima de otras opciones, como el sorbete de manzana verde a la sidra o las torrijas caseras con helado de vino.
Los vinos, colocados estratégicamente en una bodega acristalada en la parte superior del local, destacan por sus referencias procedentes de varios rincones de la Comunidad de Madrid. Aunque, si hay una bebida de la que presumen en Eneri es el vermú de grifo Zarro, ya que es el único restaurante que sirve el reserva especial.
En definitiva, Eneri Taberna es una buena propuesta para los turistas que desean probar los platos típicamente madrileños y para los madrileños -de nacimiento o sentimiento- que, a veces, olvidan lo buena que es la gastronomía de la ciudad.
Dirección: Calle Tudescos, 4, Madrid. Abierto todos los días. Tarjetas: todas.
Precio Medio: 20€
Calificación: 8,5