Pero en esta Feria Internacional de Alimentos y Bebidas de
Calidad ha habido sitio para mucho más. Desde el 8 al 11 de abril, tres
pabellones del recinto ferial de Madrid han acogido a casi 1.200 expositores y sus
30.000 productos que han recibido las visitas de más de 78.000 profesionales.
Cifras de escándalo para la mayor feria europea dedicada al producto
delicatesen.
Durante estos cuatro días de feria, se han presentado
alrededor de 1.000 productos nuevos, esos que han empezado a comercializarse a
partir de marzo de 2012. Productos que, en realidad, ofrecen pocas novedades
con respecto a años anteriores. Entre ellos, han destacado la curiosa cerveza
de níspero de Frutaltea, el fiambre de
lamprea del pontevedrés Obrador de Lamprea, las flores comestibles
cristalizadas con azafrán ecológico de La Carrasca, que han recibido el Premio
a la Innovación, y las escamas de sal con algas de Porto Muiños, que se han
llevado el Galardón a la Versatilidad.
Pero si hay un producto que está ganando terreno cada año es
el salmón. La novedad de esta edición ha sido el Campeonato de España de Tapas
para Gourmets, una iniciativa de Norge (Consejo de Productos del Mar de Noruega).
Esta empresa también ha contado con un taller en el que se han podido apreciar
los productos típicos de este país europeo y una escuela de sushi para niños.
Como se observa en cualquier supermercado, ganan terreno los
productos preparados, una tendencia que se ha mantenido en el Salón del
Gourmet. Salsa de calamar, verde o de algas de Nortindal; croquetas, callos o
bacalao al pil-pil de Ameztoi; chocolates a la taza de Gorrotxategi; o caldos
de Aneto, son algunas de las propuestas que se han podido degustar. También son
interesantes los productos de Santa Rita, harinas que van más allá de lo
tradicional, como la de castaña, la de semilla de sésamo o la tempura oriental.
No ha fallado, como es habitual en los últimos años, el café.
Nespresso, patrocinador de la Feria y principal abanderado de la moda de
mantenerlo en cápsulas, ha convocado master
clases con reputados chefs, como Paco Roncero, y degustaciones de recetas y
maridajes. Otro producto que no pasa de moda es el gin tonic y se buscan nuevas
formas de consumirlo. Así ocurre, por ejemplo, con los “Tea Tonic” de Tealand,
infusiones pensadas para darle un toque diferente a la bebida tradicional de ginebra
con tónica.
Si por algo se caracteriza esta Feria, es por demostrar que
cualquier alimento es susceptible de considerarse como delicatessen. Frutas y verduras son protagonistas de varios stands,
como las chirimoyas del Consejo Regulador de Chirimoya de Granada y Málaga, los
espárragos de los Hermanos Golbano o las picotas del Jerte.
En esta XXVII edición, destacan los stands de las comunidades
autónomas, en los que agrupan a algunos de sus productores. Un total de 1.888
expositores distribuidos en 17 espacios distintos, donde los más grandes han
sido los de Castilla y León y su “Tierra de Sabor”(con 166 expositores),
seguido de Andalucía (122), Madrid (87), Galicia (56) y Comunidad Valenciana
(43). Menor ha sido la presencia internacional, que ha estado representada por
las ya citadas Suiza y Noruega, y otros países como Francia, Indonesia, Países
Bajos o Portugal.
En el Salón, además de catar, se ha
podido asistir a diferentes concursos, como el de preparación de cócteles de
orujo o el de abridores de ostras. Pero una de las propuestas más interesantes
ha llegado de la mano de la librería gastronómica A Punto y sus “show cooking”.
Por los fogones han pasado renombrados chefs de la talla de Pedro Larumbe o
Andrea Tumbarello, que han cocinado y compartido sus trucos.
Un Salón de Gourmets que también es solidario y donde el
Banco de Alimentos ha tenido, por cuarto año consecutivo, su espacio. En él,
esta organización sin ánimo de lucro ha recogido alrededor de 4.500 kilos de
comida donada por los expositores.
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